¿QUÉ LE PASÓ AL "TÍO NAYIB"?
Estos últimos días el personaje principal ha sido el actual
alcalde Nayib Bukele, primero con su mal comportamiento con figuras públicas femeninas como lo fue la
síndica Xochilt Marchelli, posteriormente ha estado postiando en su cuenta de
Twitter comentarios acerca de un mal papel político del presidente Salvador Sánchez
Cerèn y el ex presidente Mauricio Funes, y todas sus opiniones llevan a una
sola conclusión: el FMLN ya no piensa con su filosofía inicial “Trabajar por el
pueblo”.
Sabemos que cada partido político tiene una manera de pensar
y hacer sus cosas aunque para la población signifique lo mismo: todos roban,
todos los políticos son iguales, no importa quién gane, siempre habrá
corrupción en el país, solo los mismos quedan, y así un sin fin de percepciones
negativas de parte de la gente para los partidos que son quienes deberían ser
servidores para la sociedad y buscar un bienestar común.
Siempre he tenido una visión de cada partido especialmente
de FMLN y ARENA que son las principales fuerzas políticas y sé cómo han trabajo
en los últimos años, sé el perfil que han mantenido a lo largo de la historia,
desde la generación de mis abuelos y en los últimos tiempos, el perfil para
cada partido ha seguido una línea de identificación para cada uno. Pero en los
últimos años apenas y escuchábamos sobre la alcaldía de Nuevo Cuscatlán, una
pequeña ciudad que no se escuchaba de ninguna área y fue que poco a poco fueron
saliendo noticias de una ciudad sin ningún homicidio, importancia de la cultura,
beca estudiantiles para los jóvenes y un listado de cosas buenas para la
población de dicho municipio y todo fue gracias al papel de Nayib Bukele,
miembro del FMLN, todo un perfil contrario a lo que venía a ver de alguien
perteneciente a izquierda.
Actualmente he tenido la oportunidad de vivir en San
Salvador y ver las obras iniciales que Bukele ha propuesto para la capital del
país se vea una ciudad más limpia, segura, llena de vida y amor por la cultura;
pero todos sabemos que los políticos hacen buenos trabajos al inicio de sus
períodos, posteriormente el pueblo va quedando atrás y entra una ambición por
los negocios y sobre todo algo que ha ensuciado la política de nuestro país ha
sido la ambición por el PODER.
Yo no creía que Nayib iba a poder realizar el trabajo como
alcalde de la principal ciudad de El Salvador, con altos índices de violencia,
deserción escolar, abusos contra la mujer, falta de empleos, problema de salud
y lastimosamente una lista de cosas negativas de San Salvador. Pero mi visión
fue cambiando con el hecho de presenciar los frutos del buen trabajo que Bukele
ha hecho en el Centro Histórico y más con su campaña de “ Una obra por día”,
fue en serio, se veían las obras por día y dio una inspiración para muchos
jóvenes, madres solteras y sin empleos, niños de escasos recursos y fue como
vimos un hombre que se hizo “buena onda” con los capitalinos y por fin
comprendía al pueblo.
Pero, ¿qué ha pasado ahora? Las obras por día han
desaparecido, la mensajería de las cuentas de Facebook de la alcaldía están
abarrotadas y las necesidades de San Salvador están colapsando porque toda la
atención del “tío Nayib” se ha puesto en las próximas elecciones para alcalde.
Bukele ha dicho que busca su reelección y terminar sus proyectos en la capital
pero que no es malo ambicionar por el cargo a presidente de la República. No
digo que es malo soñar, pero independientemente Nayib ya no quisiera seguir
bajo el manto del FMLN o ya no encuentra su sentido de pertenencia como lo aclaró
en su aparición en el partido en donde apoyaba la visión del comunismo y un
amor por el trabajo para el pueblo, no implica que debe mostrar una actitud de
respeto y fuera de orgullo.
Cuando pertenezco a un grupo de trabajo tengo que seguir un
reglamento de conducta que debo cumplir para que mi persona refleje la filosofía,
valores e ideales de una empresa, lo mismo para pertenecer a un partido
político y cuando no estoy de acuerdo con algo lo discuto con algunas personas
de confianza y encuentro la oportunidad de dar a conocer mis opiniones sobre
las ideologías y la forma de trabajar de un lugar y también puedo proponer
soluciones o alternativas pero en el caso de Bukele trabajó su imagen política
de forma independiente y solo usó la bandera del Frente como un manto que lo
respaldaba, pero se olvidó de su equipo, se olvidó de sus principios y se
olvidó de su partido.
Nayib ahora enfrenta juicios en su partido, acusaciones y
demás demandas por su mala conducta que está en los temas principales de los
medios de comunicación. Ha sido inspiración para muchas personas, pero el
orgullo, la ambición, la falta de liderazgo y autocontrol no lo llevaran a lo
que tanto anhela: la presidencia.
Todo su figura se irá cayendo poco a poco y ya no veremos al
“tío Nayib buena onda” sino un político más ambicioso, orgulloso y egocéntrico;
y ahora el “niño bueno” del FMLN que los llevó a la cima con el gane de la alcaldía
de San Salvado vino a decepcionar a los “padres”, porque Nayib cambió la imagen
del Frente en positivo, un partido con ambiciones para el país, pero ahora los “padres”
han castigado a su “niño bueno” porque ya no hace caso.
Nayib tiene apoyo y trabaja muy bien sus comunicaciones, pero si mal no recuerdo la imagen pública que das, siempre será tu carta de presentación.
Por: Karen Vanegas
Comentarios
Publicar un comentario